Una de las consultas estrella que nos están planteado nuestros clientes es ¿Cómo conseguir una incapacidad laboral? ¿Tengo derecho a una incapacidad permanente?. Vaya por delante que para poder responder a esta pregunta hay que hacer un análisis específico de cada caso, pero sí que podemos dar una serie de pautas o indicaciones que os pueden ayudar a la hora de valorar si empezar a pelear por una incapacidad permanente.
Cuando sufrimos un accidente o padecemos una enfermedad, si estamos trabajando, pasamos a estar en una situación que se llama Incapacidad Temporal, lo que se conoce como estar de baja. Durante ese tiempo de baja, como no trabajamos no cobramos nuestro sueldo, sino que cobramos la pensión de Incapacidad Temporal, porque se entiende que nuestras lesiones se van a recuperar en un plazo corto de tiempo, es decir, se entiende que estamos ante una situación temporal. Pero ¿Qué pasa si nuestra baja se alarga demasiado? ¿Se puede estar indefinidamente de baja?, la respuesta es NO. La Incapacidad temporal tiene unos plazos máximos, que si se superan y seguimos sin poder trabajar, nos abren el camino de la incapacidad permanente. Aunque no es necesario agotar los plazos máximos de la incapacidad temporal para solicitar la incapacidad permanente, en ocasiones nos puede interesar de cara a pedirla.
¿Entonces, qué necesito para que me den una incapacidad permanente? La Ley nos dice que un trabajador está en situación de incapacidad permanente cuando, después de haber estado sometido al tratamiento prescrito, presenta reducciones anatómicas o funcionales graves, susceptibles de determinación objetiva y previsiblemente definitivas, que disminuyan o anulen su capacidad laboral. Es decir, debemos tener unas lesiones o dolencias que en principio sean definitivas y que me limiten o impidan para trabajar. Dependiendo de nuestro trabajo, unas lesiones pueden afectarnos más o menos, por ejemplo, si trabajo de camarero y tengo unas lesiones que me impiden estar de pie mucho tiempo (bipedestación prolongada), tendré muchas más posibilidades de que me den la incapacidad permanente que si trabajo de administrativo en una empresa. Habrá que ver que lesiones se tienen y ponerlas en el contexto de nuestro trabajo habitual.
Las lesiones deben ser definitivas, pero ¿Qué significa esto exactamente? Las lesiones definitivas son aquellas que se estiman médicamente como inciertas o a largo plazo. Básicamente esto supone que si tenemos lesiones que todavía pueden mejorar con algún tratamiento médico, deberemos esperar a que éste finalice para poder valorar si se puede pedir la incapacidad permanente. Lo mismo sucede si estamos pendientes de una operación.
En resumen, si tenemos unas lesiones o dolencias definitivas que limitan o impiden que realicemos nuestro trabajo, podemos encontrarnos en una situación de incapacidad permanente.
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